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Sellos independientes opinan sobre el mercado digital

Un grupo de pequeños sellos independientes españoles han dejado sus opiniones en Hipersónica con respecto al estado de la industria musical, la piratería y las oportunidades digitales. Resumimos  lo más destacado:

¿Los consumidores que se bajan las canciones son delincuentes o futuros consumidores?

Sello Everlasting: Bajar un disco de emule es como coger el metro sin pagar, en ese orden de cosas. Lo hemos hecho todos. Cuando se convierte en normal y mayoritario, representa un problema, se convierte en insostenible, y tienes que solucionarlo, o legalizar la actividad o hacer efectiva su ilegalidad. Porque si no, están pagando todos los demás por ti.

Sello Lovemonk: No son delincuentes, pero no son necesariamente futuros consumidores de un directo o un disco o una camiseta de un grupo; eso es lo que nos quieren vender los que defienden las descargas gratuitas. Y desde luego se están aprovechando del trabajo y la inversión de mucha gente y la están disfrutando sin que eso revierta en los artistas ni en los sellos, y creo que eso es injusto.

¿Cuál es el futuro de los sellos?

Sello Aplasta Tus Gafas de Pasta: El negocio está condenado a desaparecer, pero el disco volverá en un formato más atractivo y mucho más minoritario. Los nuevos sellos tienen que vender su encanto, su artesanía, su forma de entender la música. Las canciones todo el mundo las podrá tener, pero encerradas en un aparato impersonal.

Sello Lovemonk: Cada sello tendrá que buscar su manera de amortizar las grabaciones, o dejarán de poder pagarlos, y sería malo para la calidad de la música. Es muy injusto que los sellos tengan que reinventarse cuando lo que hacen, los discos, son consumidos por la gente.

¿El mercado digital es la solución? ¿Qué hay de Spotify?

Sello Aloud Music: Creo que las discográficas independientes no veremos un duro de todo lo que se genere en Spotify. Creo que es una herramienta que da una comodidad brutal al oyente, pero que no nos favorecerá en nada a los pequeños. Cuándo nos lleguen facturas anuales de 0,10€ y cosas así, pondremos el grito en el cielo. Habrá que andarse con ojo, porque creo que Spotify es un arma de doble filo para los sellos pequeños como nosotros. Además, no me gustó que cuando intenté poner publicidad de uno de mis grupos, el mínimo publicitario que me exigía Spotify era desorbitado, al acceso sólo de los sellos grandes.

Sello BCore: No confío demasiado en que las ventas digitales suban mientras puedas descargarte los discos tan fácilmente. Necesitamos algún tipo de regulación como las que tiene las televisiones y que se gestiona desde AGEDI.

¿El sello tradicional se tiene que reconvertir en promotor de conciertos?

Sello Austrohúngaro: Nos parece horrible que un grupo tenga que tocar en directo para existir, cuando la parte más importante y creativa es hacer canciones y grabar discos. Que sea necesario tocar para poder hacer música es una trampa.

Sello PIAS: En esto estamos la gran mayoría de los sellos desde hace tiempo. Vivir de los discos a día de hoy es completamente inviable, una pena. Y en España mucho menos. Somos la vergüenza de la Comunidad Europea, en serio. Nuestro nivel de piratería es el cuarto del mundo y ya superamos a México y a Argentina.

Sello Primeros Pasitos: No te creas. Los conciertos son caros de organizar, hay que pagar alquileres de sala y los viajes también salen caros. Para vivir de los conciertos hay que tocar mucho y cobrar bien. Si además el sello insiste en cobrar un porcentaje sin hacer nada por conseguir conciertos al grupo, en el fondo no es más que un engaño para los pobres músicos.

Fuente : Hipersónica

Artists Without A Label [AWAL]

David Gilmour y Roger Waters de Pink Floyd. La banda prosigue la disputa con EMI sobre los pagos de las ventas digitales de su fondo de catálogo

Hubo un tiempo en que la mejor manera de desahogarse  para un músico o productor descontento con las compañías discográficas eran los foros y los blogs en la red. Pero cuando los problemas con su  casa discográfica perduraron Kevin Bacon y Jonathan Quarmby decidieron hacer algo constructivo. En lugar de utilizar la red para quejarse, montaron Artists Without a Label, una empresa concebida para ayudar a los artistas a pilotar sus carreras sin la necesidad de afiliarse a un sello discográfico.

Bacon empezó como bajista en una banda llamada Comsat Angels, quienes firmaron con Polydor (ahora parte de Universal) en 1979, grabando tres álbums para el sello. “Cuando iniciamos Awal, preguntamos a Universal si podríamos sub-licenciar los albums y sacarlos digitalmente, pero Universal no nos lo permitió,” dice Bacon.  En estas que la banda vió posteriormente una nota de prensa en la que se declaraba que Polydor creaba un pequeño sello para relanzar  digitalmente albums “clássicos” – incluyendo el disco de ComSat Angels.

“Pensamos: ` esto es interesante, un contrato que habíamos firmado en 1979, que no hacía ninguna mención del tema digital.’ No recuerdo haber firmado ninguna clausula que incluyera un cualquiera de los formatos que se vayan a inventar en el Universo” dice Bacon. “Les llamamos – no para pararles, si no para averiguar cuánto cobraríamos por descarga, ya que el tema digital no estaba incluido en el contrato original”. A la banda se les dijo que el ratio sería del 9% sobre el 90% del precio por descarga – menos un 20% por “costes de packaging”. Es un misterio el cómo llegan a  estas cifras,  y Polydor todavía no ha dado ninguna respuesta.”

La banda también pidió a Polydor si les podrían enviar una liquidación de royalties, ya que no habían visto ni una en veinte años. El representante del sello les pidió sus datos bancarios, para pagarles. Luego vino el silencio. A pesar de las numerosas llamadas telefónicas y correos electrónicos, la banda todavía no ha recibido ni un céntimo.

Bacon se refiere a esta situación como a un mal menor comparado con la disparidad existente entre los royalties digitales: las bandas a menudo reciben un 8% de royalties en ventas digitales, comparado con una media del 18% de royalty en los discos físicos. ComSat Angels habían firmado un contrato típico de  su tiempo: 16% de royaltie por el vinilo, una deducción del 15% para los casetes y una deducción del 25% “para packaging y costes de nuevo desarrollo”. “Pink Floyd tuvieron un 2% de royaltie en su catálogo original” dice Bacon “ Ahora, como el digital es un formato nuevo, no pillas el royalty entero. Es por esto que todavía no vemos a algunos de los grandes de siempre en Itunes.”

Quarmby comenta Awal fué llamada como consultora a Terra Firma (propietarios de EMI) para que les ayudaran a digitalizar temas que acumulaban polvo en los sotanos de EMI en UK y en el edificio de la Capitol Records en Los Angeles “Su visión era increíble. Querian que temas jamás escuchados estuvieran disponibles al público y para sincronizaciones (anuncios, bandas sonoras, etc)” dice Bacon. “Pero de lo que no se habían dado cuenta es de que sus relaciones con los artistas eran terribles.” Trajeron a abogados para que escudriñaran los contratos y,  para su frustración, vieron que necesitarían del expreso permiso del artista para digitalizar los viejos temas – y los artistas lo rechazaron.

Quarmby, también ex artista y productor musical, dice que él y Bacon vieron inicialmente a Awal como a  un recurso para ellos mismos y sus amigos, que tambien se habían sentido estafados con el pago injusto de royalties. Construyeron simples contratos de una página (normalmente los contratos tradicionales discográficos tienen decenas de páginas), contratos de términos cortos y que permiten que el artista retenga la propiedad sobre su música “ahora, esto es bastante usual” dice Quarmby,  “pero cuando empezamos cuatro años atrás , la gente nos decía – esto no es un buen modelo de  negocio. Si no tienes ninguno de los derechos, como puedes vender la compañía?- Pero no es esa  nuestra intención.»

Además, Awal desarrolló un método transparente de reportar las ventas. Sus clientes pueden ver, en su página de cuenta, exactamente cuántos discos han vendido, desde el mismo día de la fecha de salida. También proveen datos sobre en qué territorios geográficos han vendido esas grabaciones. Su nueva utilidad, BuzzDeck,  tambien rastrea cuando suenan en radio, comentarios en redes sociales y streams, todo “para ayudar al artista a entender su negocio – y es un negocio para la mayoríaa de ellos”.
No les llamen sello, Bacon y Quarmby insisten. “¿Invertimos en artistas? A veces no podemos evitarlo. No prometemos mucho marketing, pero ayudamos a potenciar el negocio de nuestros clientes con mucha información”

Artistas como Arctic Monkeys, Editors, Moby y Jay Sean han utilizado Awal antes que firmar contratos discográficos tradicionales “No estamos en contra de los sellos”, dice Bacon. “Para el artista apropiado en el momento apropiado, son todavía una buena opción. La cosa es que las discográficas podían haber marchado a través de la era digital de la mano del artista. Pero han hecho lo contrario. En lugar de eso, fueron a hacer todos esos acuerdos  con tiendas digitales, no pasando necesariamente el dinero al artista, no sabemos si a propósito o no. «

“Sabemos, desde donde nos sentamos, que puedes pasar la información al artista de forma más transparente” añade Bacon “hoy en día  puedes usar tu móvil en medio de Africa y al momento puedes saber cuanto tiempo has estado hablando y cuanto te van a cargar por ello. Con nosotros, los artistas saben exactamente lo que tienen. Saben cuanto van a cobrar y cuando. Los sellos no nos pueden decir lo que obtendremos por spotify, porque no lo saben todavía. ¡Ni que estuvieran intentando descifrar el genoma humano!»